sábado, 14 de abril de 2012

O lo cuento o reviento

No tengo disculpa lo sé, en mi descargo decir que ultimamente me ha pillado holgura el cuerpo.

Hace ya un tiempo que algo me ronda por la cabeza. Quizás sea un disparate pero si no lo cuento reviento.
Mayormente pensamos que la Democracia es el sistema de gobierno que más ayudaría a igualar nuestras diferencias sociales, y lo es, ojo no pretendo atacar a la Democracia, al menos a la que se puede escribir con letras mayúsculas.
Muchos pensábamos que con nuestros impuestos y los impuestos de los que más tienen, (por cierto los que menos impuestos pagan, si es que llegan a pagar alguno), poco a poco se irían minimizando las diferencias sociales, pero leñes, no parece que ello ocurra, más bien es todo lo contrario. Por qué será?.
Pues parece ser, que esas minorías poderosas, en el sentido más amplio de la palabra y sin escrúpulos, tienen el pensamiento contrario y lo están poniendo en práctica, desde ya hace bastante tiempo.
Ellos son conocedores de los entresijos de los estados, me atrevería a decir, que incluso los dirigen desde la sombra y decidieron en su día, que era mejor repartirse los dineritos de todos, entre unos pocos, ya se sabe cuántos menos en el reparto a más se toca, y en ello estamos.
Para qué si no, quieren el abaratamiento del despido?, qué tiene que ver el abaratamiento del despido con la creación de empleo?.
A mí, se me ocurre que una buena razón pudiera ser la siguiente:
Creo empresas en el sector que esté subvencionado y mientras esté subvencionado; para que una vez se haya terminado la subvención, la cierro y claro el despido es baratísimo y siguen acumulando más y más beneficios, esos que ahora se les llama "emprendedores" y se le llama así con razón, ahora volverán a crear otra nueva empresa en el sector industrial que nuevamente vuelva a estar subvencionado y así una y otra vez.
Amen, de exención de impuestos, rebajas en las cotizaciones de la SS, salarios de subsistencia, condonaciones de fraude fiscal...., mejor no sigo que se me revuelven las tripas.
Cómo ya he dicho por ahí arriba, en ningún momento pretendo atacar a la DEMOCRACIA escrita con mayúsculas, no se me vayan los sables y sus coroneles a cruzar en el camino.