sábado, 12 de mayo de 2012

Utilizamos el sentido común?

Las prisas nunca fueron buenas consejeras, y parece que yo hago demasiado caso al dicho, parloteando poco por el blog, tampoco es que le importe demasiado al personal, nadie me grita, ni me anima.
Una pequeña historia por si le viene bien al resto de los mortales.

El negocio:


Una vez me pusieron un ejemplo muy sencillo para evitar se engañados por los pillos, os lo comento:

Un empresario local, bueno como ahora se dice un “emprendedor”, promueve una reunión en su localidad, con el objetivo de de vender el 50% de su empresa, bueno vender no era el término exacto que utilizaba, lo disfrazaba con un léxico más técnico, que ahora mismo no recuerdo.

Había logrado reunir a un grupo importante de gente de la localidad y sus alrededores y entre ellos se encontraba un padre y un hijo.

El hijo pronto se animó a comprar participaciones de ese negocio, pero no llegaba a comprender bien el término que utilizaba el presunto pillo y preguntaba a su progenitor insistentemente.

Mientras el pillo, una vez que había explicado técnicamente las bondades de la oferta, no hacia más que insistir en lo mismo:

Lo que les ofrezco es en consideración a ustedes, a sus familias, a todo su entorno, ustedes han hecho realidad el negocio, sin ustedes no hubiese sido posible y es mi forma de agradecérselo.
Este negocio que les ofrezco, es una ganga.
Demostrado por los libros contables, el negocio se puede valorar en la cantidad “X” y yo, les estoy ofreciendo el 50% de “X”, por la ½ de su valor, es decir que con una cantidad igual a ¼ de “X”, ustedes se hacen propietarios del 50% del negocio, interesante verdad?.

Había un asistente, junto a ellos dos, que mostraba un gran interés por la propuesta de negocio, así como el joven hijo; su padre no tanto, recelaba.
El hijo tenía aún alguna duda, no terminaba por comprender del todo, el término utilizado, era para él demasiado técnico y preguntaba insistentemente a su padre y éste a su vez callaba.

Al final el asistente para ellos desconocido, se dirige al padre, comentando que él está decidido a invertir, que le parece una oferta que no se puede dejar pasar y se levanta despidiéndose.

El hijo anima a su progenitor a que se apresure, de lo contrario perderán la posibilidad de negocio. El padre responde que él no invertirá y añade D. Fulano, con el ¼ de “X”, gana dinero, así que yo no compro y ya de paso con esto respondo a tu pregunta, referente a ese dichoso término técnico que ni tú, ni yo, logramos entender.

Hasta otro ratico.

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