Antes que nada una pequeña introducción para situar al lector, antes de que comience a soltar disparates sobre mí. En ocasiones se me va la olla y que?
No soy el Gobernador de Banco de España, ni economista, ni empresario, ni miembro del gobierno nacional ni autonómico, ni tampoco de la oposición, pero tampoco soy apolítico. Religioso no soy, 6 años interno con jesuitas fueron suficientes.
Así que no pretendo salvar al mundo.
He sido medio estudiante, he trabajado de camarero, de colorista en una empresa de pinturas, en la telefónica, delineante proyectista, agente de seguros, electricista y procuro realizar los arreglos de rigor en mi hogar.
Esto último me lo debía de haber callado, no valla a ser que me endosen el IVA.
Se me olvidaba aquello de la milicia, en la que perdí 15 meses haciendo el vago, mientras el mando no me permitía comer ni cenar en el cuartel, pero tampoco me daba el famoso “pase pernocta”.
Alguno/s con mis raciones de comida engordarían.
Bueno el vago, vago tampoco hice, por las tardes colocaba altavoces de Hilo Musical e incluso nos cableamos entre otro miliciano y yo, una sala de fiestas en Briviesca.
Espero que lo anterior si fue delito haya prescrito ya.
Resumiendo, mejor o peor he ido capeando el temporal y lo poco o mucho que hay, se debe al sudor de mi Santa y mío.
Con la escueta presentación del que suscribe pretendo situar a los “incautos” lectores, de lo que se pueden encontrar tras éstas líneas.
Según me irrite lo cotidiano, el día a día, esos pequeños detalles que nos pasan, que recordamos nos ocurrieron…….., intentaré exponerlos y si logro sacar una sonrisa al lector ya casi me daré por satisfecho, (si alguien lo lee, claro), aunque si logro más, pues mucho mejor, o no?.
Vamos que no se tratará aquí de macroeconomía, más bien de microeconomía, que viene a ser lo mismo que lo primero pero en pequeño. Al final se trata de sumar y restar en ambos casos.
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